Columna «El Otro Andar»
Postales de agosto
por Marcos Chavez
Este agosto vino cargado de fechas importantes y hechos notables que dificultaron la elección de una temática central para nuestra columna: la inmensa y lejana muerte de San Martín; el latido ancestral de la Pachamama; el Éxodo Jujeño bañado de destierro y gloria; la candidatura truncada de Eva Perón a la Vicepresidencia allá por 1951 – más otras tantas leyendas epopeyas y revoluciones – hacen de este mes un jardín de flores escondidas . Las batallas de los libros ocultan la promisoria llegada de la primavera que ya está latiendo dentro de las ramas. Por eso, antes que volver a hacer tronar los fusiles de la libertad, hemos preferido esta vez elegir los versos del poeta riojano, Pancho Cabral, que nos hablan de un agosto de esperas y nostalgias .
COMO ESPERANDO LA VIDA
En agosto los lapachos
suelen florecer amores
y suben mi patio arriba
a confundir los colores
y yo les presto mi cielo,
digo el cielo de los nuestros,
de los que esperan verano
con una albahaca en el huerto.
La luna de la quebrada
viene trayendo secretos
de algún amor escondido
en el Pozo de los Vientos
por eso me quedo solo
a recordar tu recuerdo
se me hace agüita la boca
entre uñigal y ciruelo.
Entonces no digo nada
y el pecho de lo acequia
me tiro antarca a los sauces
a contemplar tu pañuelo
yo ya no te digo nada
solo pienso que fue un sueño
la humedad de tu pollera
huele aquí a yuyito nuevo.
En agosto vuelve el tiempo
de extrañarte en alameda
y soplo tu silbo arriba,
arribita de una herida.
Yo me quedo calladito
como esperando la vida
y se me olvida el olvido
entre nogal y sonrisas.
El agua de tu recuerdo
que baja por los chañares
iluminando los higos
y un marrón de algarrobales
vuelve aquí frutita’i tala
tengo maíz la mirada
se me hace larga la siesta
entre torcaz y guitarras.