Entrevista a Juan Páez: «Background es un homenaje a la dispersión»
Héctor Washington Gómez
(colaboración)
El escritor Juan Páez publicó «Background», una obra que reúne diferentes notas periodísticas sobre moda, cine, literatura y otros textos de la cultura. Desde Formosa, ciudad en la que reside actualmente, el autor nos cuenta sobre esta obra que despliega un universo muy particular y que ya puede adquirirse en las librerías de Jujuy.
I – Me pasó con «Background» que -más allá de presenciar una mixtura de distintos abordajes de la cultura- sentí por momentos recorrer un libro de aventuras de su autor. ¿Podemos hablar de una suerte de bitácora de experiencias reunidas en esas páginas?
Me gusta la imagen de bitácora que usás porque este libro es eso: un mapa arbitrario que transita por los diversos territorios que la escritura propone. Como sucede siempre con los proyectos en los que trabajo, el libro se me impuso. Un día me encontré con un enorme historial –una de las acepciones del término «Background»– y fue demoledor. Entonces el libro apareció como posibilidad de ordenar el pasado para comprender ciertas formas del presente.
Es un mapa y un resultado. Durante casi diez años escribí notas sobre moda, cine y literatura para diferentes medios de comunicación de la Argentina. También realicé entrevistas, comentarios, prólogos y contratapas para diversos libros. Es decir, sin saberlo, allá por el año 2013, emprendí el viaje experiencial que este volumen recupera, nucleando en cada entrega, algunas de mis propias inquietudes. Cuando era chico, por ejemplo, nunca hubiera imaginado escribir sobre una de mis supermodelos favorita: Kate Moss.
No obstante, y a pesar de esa multiplicidad temática y genérica, el lector podrá ver cómo el libro se enhebra hacia su interior, tendiendo puentes entre una nota y otra. Es por eso que sumé algunas crónicas que surgieron de mis viajes y/o experiencias, como ocurre con la historia del fantasma que escuché en el Palacio Salvo en Montevideo, Uruguay.
II – Susana Rodríguez define al libro en su texto preliminar como «una variedad de objetos de interés que abre infinitas posibilidades de reflexión». ¿Pensaste en este trabajo como una edición orientada a priori hacia esa tarea?
Qué lindo que rescates la idea de «objetos» que Susana Rodríguez plantea en el prólogo, puesto que cada artículo funciona por sí solo, independientemente del libro, pero se resignifica con mayor profundidad al leerlo como parte de un todo. Podría decirte que esa intención a priori nace, sí, de mi fascinación por las instalaciones artísticas que son un mundo completo. Esos «objetos» textuales que abren infinitas posibilidades de reflexión, en todo caso, son pequeñas instalaciones discursivas.
Instalaciones que son el resultado de tres elementos: la reflexión, la investigación y la creación. Estos componen un solo cuerpo y no los puedo disociar porque mis libros nacen y vuelven sobre esa triada para generar nuevas interrogantes. Como te decía recién, el libro se articuló solo. Es la habitación donde guardo mis «objetos» o juguetes favoritos.
III – El volumen funciona además como una guía que invita a recorrer una agenda de experiencias: libros, films, muestras fotográficas, documentales, programas de TV, personalidades diversas…
Son muchos los y las lectoras que me comentaron que luego de leer el libro sintieron la necesidad de ver una película, googlear un show, leer un libro o mirar los desfiles de algunos diseñadores o las pasarelas de algunas modelos. «Background» es un homenaje a la dispersión.
Cuando comencé la tarea de curaduría tomé dos puntos referenciales: por un lado, las revistas que sabía mirar de chico cuando los viajes eran largos y, por el otro, aquella hermosa enciclopedia llamada «Lo sé todo». Visto a la distancia, ambas mantienen una serie de puntos en común, entre otros, la deriva en sus notas. Por ejemplo, comenzar la lectura por cualquier lado, es decir, sin tener que hacerlo siguiendo un orden único. En este punto retomo aquella idea sobre que los textos funcionan en su propio microclima.
Además, tanto en las revistas como en la enciclopedia pasás de un tema a otro sin tiempo para preguntarte qué hace eso allí. En las revistas, vas de una entrevista a los tips de viajes, sobrevolando temas vinculados con la moda, las reseñas de cine, recetas de cocinas, entre otros tópicos. En el caso de los «Lo sé todo» encontrás la historia del algodón seguida por los mitos griegos, o bien, con datos sobre la sociedad de Persia.
IV – Según el Diccionario Panhispánico de Dudas de la RAE, «background» equivale a «formación», «bagaje», «conocimientos», «experiencias» o «antecedentes» que definen a una persona. ¿Es este libro un compendio de vivencias que retratan tu universo cultural tanto como la literatura? ¿En qué difieren?
La curaduría que implicó este libro pude desarrollarla durante la cursada de la Diplomatura en Periodismo Digital que tuve el enorme placer de cursar en la Escuela de Periodismo Tea & Deportea (Buenos Aires).
Si miro hacia atrás, veo las pasarelas a las que alguna vez me subí. También mi primer trabajo, cuando era adolescente, en un videoclub. Con el tiempo pude explorar la escritura y regresar a esos lugares, por ejemplo, incluyendo las críticas de cine escritas para la cobertura de festivales como el BAFICI, el Festival de Cine de Mar del Plata y el Festival de cine de Punta del Este.
El libro se abre con una cita de Josefina Ludmer en la que se refiere al papel que ocupa la crítica periodística en el seno de toda sociedad y su relación con la investigación académica. No solo en términos de producción sino también de circulación y llegada al público lector.
Dice Ludmer: «la crítica periodística […] es muy importante en el interior de una cultura, a veces más que la crítica universitaria que generalmente circula solo en forma de monografías o en forma de estudios no publicados donde los universitarios se leen mutuamente y nada más».
Me gusta saber que sólo en mi universo cultural y creativo es posible que Patti Smith sea una interlocutora directa de Karina Jelinek, y viceversa. Eso es lo maravilloso que tiene la creación, sea literaria o periodística. En este punto no veo diferencia alguna.
V – ¿Qué artilugios -a tu criterio- se ponen en juego a la hora de abordar la escritura por fuera de los límites (si acaso los hubiera) de la literatura?
Últimamente tengo la sensación de que la letra, en tanto inscripción y materialidad oral o escrita, funciona como un recorte, como una especie de sesgo e incluso como una forma de la censura en relación al flujo creativo. Mi objetivo es llegar a la escritura sin escritura. Poder saltar el corsé de esa herencia de lo que puede, o no, salir a escena.
Sobre el autor
Juan Páez es licenciado en Letras (UNJu), diplomado en Escritura Creativa (UNTREF) y diplomado en Periodismo Digital (Tea&Deportea). Fue becario del Consejo Interuniversitario Nacional y de la Fundación Mempo Giardinelli. Publicó los libros «La hija del inventor» (entrevistas), «Marica, esta es mi Colombia» (fotografía) y «La niña y el barco: la poética de Gigliola Zecchin» (ensayo). En poesía, «música para aeropuertos», «árboles de agua», «cuando vengas, te cuento», «una habitación dorada» (con Pablo Vinet) y «Punta del Este». Además, compiló los volúmenes «Nadie no entendía», «La primera pobladora» y «Caperucita Rojas».