Cirulaxia contó dos historias

entre el tributo y el humor

La calidad de Cirulaxia Contraataca, compañía teatral cordobesa, aportó con un cierre sin igual al 7º Entepola (Encuentro de Teatro Popular Latinoamericano) Argentina 2015, que este año llevó el nombre de “Edmundo Asfora”.

El grupo, que fue reconocido el año pasado en la Fiesta Nacional del Teatro por su trayectoria, estuvo en Jujuy y en la sala “Jorge Accame” presentó una obra que lleva nueve años en cartelera, “Modestamente, con bombos y platillos”.

La presentación se hizo con el apoyo del Instituto Nacional del Teatro a trav s de su programa “INT Presenta”. Fue en la noche del martes, que el público jujeño pudo disfrutar de esta puesta que va contando dos historias, por un lado la de un grupo de actores que transitan las primeras etapas del teatro argentino, a fines del siglo XIX; y por otro la versión libre que Cirulaxia hace de la emblemática obra de Eduardo Gutiérrez, “Juan Moreira”.

Cargada de humor, pero también de tributo, la obra hace que los cuatro actores, Víctor Acosta, José Luis de la Fuente, Gastón Mori y Carlos Possentini, dirigidos por Elena Cerrada, desanden todos los estilos, todos los recursos y vericuetos de las artes escénicas, resaltando la modalidad de aquella época.

Es un homenaje al grupo de Los Hermanos Podestá, a quienes los personajes (en su papel de actores dentro de la obra) aluden constantemente, por su composición, por sus éxitos, por su popularidad y reconocimiento. Al punto que elijen llamarse “Modesta” casi como buscando la gloria por añadidura o por semejanza. Con mucha exageración de tonos y expresiones, el uso de máscaras, grotesco y también con una enorme comicidad, la agilidad de la puesta hace que el público pueda entrar y salir de una historia y de la otra, sin problemas.

Los actores han quedado en el camino, porque los dejó un tren, y mientras esperan otro (que también se les fue, y otro, y otro), ensayan la obra “Juan Moreira” tratando de darle al gaucho un nuevo destino, ellos dicen que lo quieren rescatar, y entonces tratan, a través de una historia de amor con distintos finales propuestos, encontrar la síntesis de un cierre que ayude a la compañía a adquirir reconocimiento en la Argentina de entonces.

La escenografía se desmonta y se levanta con cuatro colchones, unos cuantos bombos de distintos tamaños, y uno que otro elemento que se va acomodando a lo que en cada momento necesitan los actores. Los efectos de sonidos los hacen ellos mismos con esos bombos, utilizando toda la potencia de sus voces, emulando el circo criollo que se destacó promediando el 1800.

El teatro que recorría los rincones más recónditos de nuestro país, transportado como pudieran los actores, y con muy pocos recursos. La voz y su estridencia eran entonces los aliados del teatro.

Lo cierto es que cada uno de los actores de Cirulaxia en escena, pusieron todo el cuerpo al servicio de sus personajes, cada uno haciendo más de un papel, y resolviendo en escena y con la complicidad del público algunas cuestiones de la historia.

Expresividad y entrenamiento, humor y tributo, trayectoria y humildad para reconocer a pioneros, excelencia para sumarse a una fiesta del teatro latinoamericano en Jujuy, un contenido histórico y un gran contacto con el público, hicieron de la visita de Cirulaxia, un gran momento en medio de un nuevo Entepola en Jujuy.

Cabe mencionar que esta obra recorrió numerosos festivales como el Nacional de Rafaela de 2007; el Internacional de teatro Mercosur, realizado en Córdoba, y el Internacional de Rosario, ese mismo año; el 9º Festival Estival de la Patagonia; y el VII Festival Internacional de Teatro de Cipoletti. Actualmente y desde hace algunos años forma parte del catálogo de obras nacionales del INT, por lo que se encuentra realizando circuitos en el país.