«Lado B» por Fernanda Úzqueda un desafío social en cuarentena
La actriz jujeña ganó un
concurso nacional de monólogos
por Lic. María Eugenia Montero
La actriz jujeña Fernanda Úzqueda, se encontró en medio de la cuarentena con algunas adversidades para cumplir con su labor docente, se reencontró con el tejido, y además husmeando en formas de hacer arte, se encontró participando del Primer Concurso Nacional Audiovisual de Monólogos, organizado por profesionales de la actuación, y resultó ganadora, entre más de 60 proyectos de todo el país.
Y sí, la pandemia, la cuarentena, el 2020, todo es sorprendente, todo es desafiante. Para ella, que es una artista completa desde su formación y recursos, es sin dudas una buena oportunidad.
Fernanda es actriz de teatro, cine y televisión, también es bailarina y docente de teatro y de danza. Ganó 3 veces la Fiesta Provincial del Teatro, con trabajos muy diferentes, como “Cartas en bicicleta” del grupo Clap Clap; y el año pasado quedó segunda con la obra “Yugar” de Juan Castro Olivera, de la que forma parte del elenco, sobre las desapariciones durante el proceso militar.
Además participó en 7 películas, 13 obras de teatro, 13 cortometrajes, 5 videoclips, 2 series televisivas y 2 spots publicitarios.
Sobre este concurso que ganó durante la cuarentena, que le significa la difusión de su material en forma masiva y un premio en efectivo de $2000, dice que “es el primer concurso nacional audiovisual de monólogos con temática social. Fue organizado por Laura Andino (docente y directora de casting de Misiones) y Pablo Lapa (actor, director y productor de casting de Buenos Aires). La propuesta era tomar una temática social y armar un monólogo que no durara más de 3 minutos. Luego filmarlo y mandarlo”.
Dice que se animó a participar movilizada por “la posibilidad de difundir algo que yo tenía para decir. Más allá de ganar, o no, sentí que era una gran oportunidad para dar a conocer mi propuesta a nivel nacional”.
La actriz jujeña participó con un monólogo que tituló “Lado B”, con un texto que hizo hace dos años a partir de sus propias experiencias y vivencias, y procesos internos acerca de lo que observaba en nuestra realidad, como “la xenofobia, los femicidios, la desigualdad de oportunidades, la homofobia, la impunidad”, dice, “que lamentablemente forman parte de nuestro cotidiano”.
Explica que, usó eso porque le interesaba interpelar al espectador con respecto a su posicionamiento. Se refiere al “Lado B” como eso que nos abochorna, o eso que negamos de nuestra identidad.
En el monólogo que dura pocos minutos, la actriz está sola y se alumbra sólo con fósforos que va renovando y con los que juega para no quedarse en la total oscuridad. El recurso ayuda al parlamento y a la vez resuelve la exigencia de grabarse sola en su casa.
Le consultamos en qué consiste el premio y qué significa en su camino. “Para mí, que ‘Lado B’ sea elegido entre 60 monólogos, significa el acompañamiento en muchas decisiones que yo fui tomando a lo largo de mi vida. Digo esto porque la situación de cómo fui armando el monólogo, es muy representativa de mi existencia en general. A lo largo de mi historia me fui encontrando con adversidades, que supe usar a mi favor; además, he tomado decisiones distintas de las que ‘se esperaba’ para alguien de mi género, de mi edad, de mi clase social, siempre ‘hice muy la mía’, como con el monólogo. Y que el jurado valorara justamente la autenticidad, éso, es un acompañamiento muy significativo para mí”, expresa.
“En cuanto al premio, materialmente hablando, es una cifra en dinero de $2.000. También hay una difusión del material, con posibilidad de seguir algunos circuitos. Luego, como consecuencia directa del hecho de haber ganado el concurso, también se dio la oportunidad de ser entrevistada por varios medios de comunicación, incluso de otras provincias”, continúa.
La siguiente pregunta es ¿Qué se viene en tu carrera? Y entonces se entusiasma en contar que está cumpliendo 20 años de su primera vez haciento teatro. “Y estoy muy orgullosa de eso, porque cuando el primer ‘no’ lo tenés de tu familia, tu camino se pone más cuesta arriba. Pero eso, lejos de apartarme de este viaje, me dio más fuerza y tenacidad. Esa resiliencia me la enseñó el Teatro y sus perspectivas, por eso lo festejo, porque me enseñó a vivir. Al principio, muchas veces me sentí abandonada, dudé si había hecho bien en elegir el arte, por sobre mi familia. Hoy, 20 años después, en una constante búsqueda de crecimiento personal, puedo decir que tengo el arte y mi familia, y por sobre todo, me tengo a mí (mi patrimonio más importante)”, confiesa.
“Así es que se viene ese festejo, seguramente con los proyectos que te comentaba que quedaron freezados, y sobre todo con la actitud cotidiana de agradecimiento y entusiasmo por seguir aprendiendo y creciendo, tanto personal como profesionalmente”, concluye.