«Mar», una poesía enorme
Relevos termina con el taller
que dictará Arístides Vargas
Una poesía enorme que habla de angustia, de tristeza, de nostalgia patria, de dolor por lo muertos, de resignación. Eso es la puesta de la obra “Mar” que trajo la Compañía Teatro de los Andes de Bolivia con dirección de Arístides Vargas (director argentino radicado en Ecuador a partir de una situación de exilio). Se presentó en el Teatro Mitre, y fue una de las joyas de la segunda edición del Festival Internacional de Teatro “Relevos: saberes escénicos iberoamericanos”, que se realizó este me en Jujuy.
Fue el único espectáculo de este año presentado en este marco, y para el cierre del encuentro se realizará a partir de mañana el Taller “Escritura de la Puesta en Escena” a cargo de Arístides Vargas, en el flamante espacio de La Campana Teatro, en la ciudad de Tilcara. El taller se dictará hasta el próximo sábado.
“Mar” cuenta la historias de tres hermanos (Juana, Miguel y Segundo) que deciden emprender un viaje para cumplir el último deseo de su madre moribunda, que es el de ser abandonada en las olas del mar.
A partir de esta propuesta se desarrollan innumerables escenas, no sólo entre estos hermanos, sino que los actores van representando distintos personajes de la vida cotidiana de Bolivia, que cuentan cómo a más de un siglo de la Guerra del Pacífico, en la que Bolivia perdió el mar frente a Chile, sigue y se hereda de generación en generación el sentimiento de dolor, tristeza y angustia por no tener el mar. Se plantean y se replantean lo que hubiera sido si hubieran tendo el agua salada, y sigue sufriendo haber tenido que cavar en las minas por no tener mar. Ellos dicen que no son marineros sino mineros, y que en realidad no buscan oro cuando cavan, sino que buiscan el agua salada.
No está superada la sensación y sigue siendo motivo de angustia en el pueblo, aunque algunos hayan intentado torcer esa realidad.
La puesta es realmente conmovedora, habla de los muertos que el mar no devolverá, de la memoria, de la represión sufrida, y a pesar de todo, sigue soñando con el mar.
EL MAR QUE ENVUELVE
Excelentes actuaciones de Lucas Achirico, Gonzalo Callejas y Alice Guimaraes, quienes impecablemente asumen cada rol y utilizan incluso técnicas de danza contemporánea que dibujan sensaciones.
La obra reflexiona sobre la necesidad y la búsqueda de “un mar”, metáfora de un nuevo horizonte más amplio, de la esperanza de salir del encierro, de la recuperación de lo “perdido”, del hundirse en lo desconocido.