¿Qué se nos dice a las mujeres en el Día Internacional de la Mujer?

Lic. María Eugenia Montero

Hay quienes insisten en desearnos feliz día, y quienes insisten en que no es día para rosas, ni felicitaciones, a veces con un tono de enojo, porque es cierto es un día de conmemoración y reflexión.

Es importante conmemorar, que el día especial siga, pero sigue siendo tan difícil saber qué decir, cómo actuar. La lucha femenina es histórica y de varios siglos atrás. Cierto es que en las últimas décadas y más específicamente en los últimos años, los derechos han avanzado, se ha evolucionado en logros, pero hay que seguir buscando formas y modos.

¿Por qué digo esto? Porque está considerado políticamente este reconocimiento, en todos los ámbitos, y entonces públicamente pareciera que todos hablamos el mismo idioma en el mundo. Pero cuando una violación, un abuso, un acoso, una falta de respeto laboral, una deshumanización, desvalorización  o cualquier forma de volver atrás sucede, simplemente sucede como si nada de lo dicho hubiera hecho mella. Y es que todavía no hizo mella ciertamente.

Las leyes de cupo, las exigencias de ser parte de las mujeres en distintos ámbitos, son necesarias justamente porque la humanidad completa todavía no ha llegado a esa conciencia, a ese convencimiento. Y en ese tren estamos, incluso las que entendemos que ser feminista es ser mujer y respetarnos pero que seguimos desarmando algunas costumbres que siempre creímos que eran correctas; las mujeres que todavía piensan que hay cosas que no deberían cambiar; y sí, también los hombres que hacen lo que hay que hacer porque el tiempo que vivimos lo amerita y quizás no por convencimiento.

En esa situación estamos. Hoy entiendo que no es el hombre (el macho) el único “culpable” (entre comillas), y que la forma no es ir en contra de eso, porque son parte de esta sociedad. Entonces, vamos en contra de la cultura en la que crecimos, vamos en contra de la educación que se sometió a ciertas estructuras que no se rompieron del todo. Nos unamos, hombres y mujeres y disidencias, para honrar realmente a la mujer y su lucha, en este día.

No tiene que ser una careta, tiene que ser carne. Para eso quizás falte mucho tiempo, pero la buena noticia es que nuestros hijos vienen con otra postura ante la vida y la sociedad, que no sé si es genética pero que tiene que tener el apoyo de nuestra firmeza y convicción actual, para que mañana, la igualdad de género sea natural y no impuesta porque corresponde.

Yo invito a todas y todos, y todes si hace falta decirlo así para que nadie se sienta excluido, a que contribuyamos a que sobre todo en la generación que viene, esto no tenga que ser una lucha. A nosotros nos cuesta rearmarnos en este concepto, pero sabemos lo que hay que hacer.

Que tengan un gran día de la mujer, porque creo que sí debemos felicitarnos por serlo, y por los logros, y alentarnos para llegar al puerto que deseamos.