Una voz joven y una sonrisa sinfín…Italo Ramos

Ítalo Ramos es un joven músico y compositor abrapampeño que el año pasado logró publicar su primer disco, “Con el alma en tus manos”.

Recientemente lo presentó en La Quiaca y el viernes por la noche lo presentó en nuestra capital, en el marco del ciclo “Músico Hacedor” que organiza la Secretaría de Cultura de Jujuy. La cita fué en el Centro Cultural y Museo “Casa Macedonio Graz”.

Enlace Cultura conversó con él en profundidad en nuestro estudio de FM Conectar, para conocer detalles de sus creaciones y adentrarnos en una personalidad tan encantadora como luchadora.

Sus ojos y su sonrisa manifiestan una constante tranquilidad, esa que lo lleva a ir caminando de a poco, a paso seguro, por el sendero del arte.

Todos sus logros son fruto de un esfuerzo extremo, del que no reniega, y que es sin dudas un ejemplo de sabiduría.

Ya está trabajando en un nuevo disco, que se va a comenzar a grabar en noviembre, y que saldrá el próximo año.

¿Cómo viene este año de trabajo en la música?

Bastante bonito. Agradecido con Dios y con la gente que me ha dado una mano, porque este camino lo fuimos haciendo a partir de amistades y de contactos a los que les gustó la música que compongo y que interpreto. Fue un trabajo de hormiga bastante arduo, pero gracias a Dios fuimos cosechando los frutos de este trabajo que fuimos presentando en bastantes lugares.

¿Cuándo empezaste vos tu camino musical?

Y hace bastante. Yo comencé tocando en actos escolares la guitarra. En mi casa practicaba con la guitarra de mi papá. Y a escribir comencé a los 12 años. Pero recién me puse las pilas con la música cuando salí de la secundaria y tuve que decidir qué hacer. Mis padres querían que estudiara para contador público y yo quería la música. Con el tiempo les pude ir mostrando las cosas que se podían lograr por este camino, y recién conseguí el apoyo de mi padre sobre todo, que pensaba que de la música no se vive. Igual le hice caso, y estudié, estoy terminando el profesorado de Educación Primaria en Humahuaca. A la vez le sigo demostrando que la música es algo serio y algo hermoso.

¿Siempre cantaste tus propios temas?

Si. La primera canción que compuse fue una vez cuando repartía pan ayudando a mi mamá, porque ella hacía para vender, y yo repartía en los comercios. Como ya se me hacía muy rutinario el trabajo, iba tarareando melodías, y una de esas veces cuando terminé había logrado una canción nueva completa. Fui muy feliz. A partir de ahí nunca dejé de escribir y cada vez que me presento en público presento una canción nueva. A veces se hace difícil porque el público quizás quiere escuchar algo conocido, pero igual gusta. Así se fue dando y a partir de 36 temas, seleccioné 12 para este primer disco.

¿Cuándo salió el disco?

El año pasado. Demoré casi dos años en grabarlo, entre que me junté con invitados que son referentes para mí como Memo Vilte, Bruno Arias, Joti Gallo y otros. Quería tener este disco para tener algo documentado más que nada.

¿La pasión por la música cómo surge en vos, vino con vos, o nació a partir de alguna experiencia?

Nosotros somos siete hermanos. Cada uno escuchaba distintas clases de música, rock, cumbia, melódico, metálico, y una de mis hermanas escuchaba Ricardo Arjona y Ricardo Vilca. Y aunque parezca raro, me gustaban las letras de Arjona, pero yo quería hacer eso con adaptaciones a nuestra tierra, y por eso necesitaba escuchar a Ricardo Vilca.

Yo cuando era chico quería ser inventor, y como mi papá es mecánico yo siempre armaba y desarmaba cosas en su taller. Ahora me doy cuenta que esto de componer es más o menos lo mismo. Creo que esto vino incorporado en mí, no sé cuando fue, ni cómo pasó que decidí portar este trabajo de músico.

Tus hermanos escuchaban todas esas músicas, y ¿vos que escuchabas?

Y yo fui mamando esa mezcla. Por eso para mí en la música no hay diferencias, no hay géneros. Es un universo de melodías, acordes y letras gigantesco. Cuando escucho alguna canción que me guste, no distingo si es rock, o folclore, mientras que sea buena música.

O sea que tu música es universal…

Si, por ejemplo cuando estaba pensando el disco, tenía que definir un concepto para este trabajo, y no lo encontraba porque yo escribía desde un huayno hasta un bolero, incluso sayas y melódicos, románticos. No encontraba como juntar todo.

¿Y por qué tenías que encontrar ese concepto?

Porque me fijaba en otros discos, y veía que son más homogéneos. Traté de hacerlo lo más parejo posible, pero hay quienes me dijeron como crítica que no hubieran puesto una chacarera en mi disco.

Hay temas románticos en tu disco, pero también de otros temas ¿a qué más le escribís?

Al amor hacia la tierra donde yo nací, donde vivo, y donde quisiera morir. Hay un tema que se llama “América Mujer” que se la dedique a mi abuelo, porque él en un tiempo en los 50’ más o menos, estaba viviendo en el campo y las Fuerzas Armadas lo buscaban para que trabaje en la zafra, pero cuando él volvía a su casa a ver a mi abuela, llevaba muy poco de paga. Decidí hacer ese tema a partir de su memoria. El falleció antes que yo naciera, se llamaba Modesto Ramos, pero lo conozco mucho porque siempre mi abuela me habló de él, es más dice que yo soy muy parecido a él. Mi abuela ya tiene 95 años.

Mi tía es Balvina Ramos, y ella también me ayuda, me cuenta lo de mi abuelo, y me enseña mucho la parte moral de este camino.

Y mi papá también me inspira en ese cariño, y siempre me dice que tenemos que volver a Bacoya, el lugar donde vivíamos, y a donde hoy no llega ningún camino. Sé que vamos a volver con mi padre algún día.

¿Cómo vivís vos esta realidad? ¿Qué pensás vos de nuestra América, de nuestra historia, desde tu juventud, desde tus letras, con tu elección de seguir en la puna?

El lunes falleció Eduardo Galeano, cuando yo estaba en el secundario leí “La venas abiertas de América Latina” de él, y para mí fue rescatar muchas cosas, fue como una epifanía que viví en ese momento cuando terminamos de leer el libro. Fue gracias a una buena docente que nos dejó algo significativo. Después de ese libro me quedé con muchas más ganas de saber del tema, y veía de alguna manera lo que le pasó a mi abuelo. Y mis ancestros vivieron en Bacoya (en el interior de Salta) pero sin papeles y sin escrituras. Por eso las obligaciones de parte de las Fuerzas Armadas. Ver como ha sido saqueada nuestra amada tierra, y ver cómo se la explota por gente que no es del lugar, duele un montón, lo mismo que el hecho de que nuestra gente tenga que emigrar a otros puntos del país, y del extranjero porque acá no les pagan bien. León Gieco habla de todo esto, de las empresas canadienses que le hacen mucho daño a nuestra tierra.

Hoy que ya lograste un reconocimiento y que tu nombre está instalado en el ambiente artístico ¿Cómo te ves dentro de unos años?

A mí me gustaría seguir grabando, tener más discos. Mi lema es “menos fama más trabajo”. Quiero demostrarle a mi papá que sí se puede vivir de la música.

¿Siempre desde Abra Pampa?

No, creo que en algún momento voy a tener que salir. Dios quiera que me acompañe la suerte. Creo que sí se puede.

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