La columna de Ildiko
Estamos en primavera en Jujuy
por Ildiko Nassr
Ha comenzado a lloviznar ayer por la mañana. Fueron unas gotas que bien podrían haberse confundido con el sereno en las hojas de los árboles o el aleteo de un pájaro. Ha bajado la temperatura y los labios se nos pusieron morados. Hubo una reacción adversa ante ese cambio abrupto en el clima. Esperábamos sol, colores, calor, ropa liviana y tuvimos que volver al abrigo y los días grises. La cabeza se nos hizo una nube y pensamos en cuántas cosas nos faltan por hacer antes de que termine el año. Con la llegada de la primavera, pensamos en lo cerca que está la Navidad. Y en todo lo que ha sucedido en este año tan raro.
El primer día de la primavera floreció con lluvia y frío. Un viento helado nos recuerda lo vivos que estamos y se nos dibuja una sonrisa. Recordamos el poema de la mañana de Mary Oliver y nos atrevemos a ser felices (o no)
Poema de la mañana
Mary Oliver
Cada mañana
el mundo vuelve a crearse.
Bajo los rayos
naranjas del sol
las amontonadas
cenizas de la noche
otra vez se transforman en hojas
y regresan a lo alto de sus ramas —
y las lagunas parecen
telas negras
con islas pintadas
hechas de flores de verano.
Si tu naturaleza
es ser feliz
vas a nadar a lo largo de suaves senderos
horas y horas, y tu imaginación
iluminará cada lugar.
Y si tu espíritu
lleva en su interior
la espina
más pesada que el plomo —
si todo lo que podés hacer
es arrastrarte por el camino —
hay todavía un lugar adentro tuyo
una bestia gritando que el mundo
es exactamente lo que quería ser—
cada laguna con sus lirios encendidos
es una plegaria, escuchada y respondida
generosamente
cada mañana
te hayas atrevido, o no
a ser feliz
te hayas atrevido, o no
a rezar.