Se concretó la 32º Fiesta Nacional del Teatro
Este año la anfitriona fue Mendoza, y allí se
presentó la vidriera del teatro de las provincias
Por Lic. María Eugenia Montero
El domingo terminó en Mendoza con gran convocatoria de público y buenos resultados, la 32º Fiesta Nacional del Teatro, que cada año organiza el Instituto Nacional del Teatro (INT) para proporcionar una vidriera con las mejores producciones de todas las provincias.
Es la fiesta más federal del teatro, donde además se reúnen las autoridades del INT Nacional y sus representantes provinciales y nacionales para debatir y organizar las planificaciones del año. Cada año se realiza en una provincia diferente y esta vez, la anfitriona fue la del “buen vino”.
Además de las 32 obras teatrales que representaron a cada provincia, y algunos distritos, se presentaron espectáculos invitados que engalanaron la apertura y el cierre.
Jujuy estuvo representada en producción por la obra “Cartas en bicicleta” del grupo Clap Clap, que fue la ganadora el año pasado de la Fiesta Provincial del Teatro Jujuy 2016, y en autoridades por Jimena Sivila Soza, representante en Jujuy del INT, y desde marzo también elegida como representante regional en el NOA.
Con un INT más en orden que en los dos últimos años (los de la transición política), la fiesta fluyó muy organizada. Recordemos que en 2015 en Salta, y en 2016 en Tucumán, se deslucieron las fiestas nacionales por conflictos políticos que provocaron la reacción de la comunidad artística.
La organización se encargó de que todo transcurriera en forma ordenada, aunque sigue siendo un poco problemático para el público en general y para los integrantes de los elencos que participan que quieren asistir a las funciones de sus colegas, conseguir las entradas para las funciones del día. No así para la prensa del país que cada año se hace presente y colabora en los espacios de devoluciones, haciendo las críticas, comentarios y sugerencias a los elencos después de sus respectivas funciones.
Uno de los detalles que vale destacar fue la promoción del espectáculo jujeño, que tuvo la desventura quizás de estar programado para la primera jornada de funciones, y quizás por eso la prensa no estuvo bien aceitada. Lo cierto es que no tuvo la publicidad necesaria, y se desaprovechó una producción bellísima de muy buena calidad artística, que fue la única propuesta para niños de toda la programación. Sorpresivamente no tuvo casi público, más que unos cuantos niños y la prensa de la fiesta, cuando normalmente es difícil conseguir entradas para las funciones.
Las obras
“Usted está siendo interpretado por Luis María Carnicetti”
Algunas de las puestas de esta edición de la fiesta, fueron “Usted está siendo interpretado por Luis María Carnicetti” de Buenos Aires, presentada como un unipersonal por el monólogo del Leandro Menéndez, pero que cuenta con un músico en vivo, que bien puede ser considerado elenco porque su gestualidad es parte también de la actuación.
La obra cuestiona, reflexiona, critica y sugiere algunas cuestiones acerca del manejo de la información por parte de los medios, y sobre todo de la televisión. El actor hace un magazine en todo el escenario, que incluye información política, social, entrevistas en vivo y publicidades, que con un tono caricaturesco y de mucho humor, están denunciando un flagelo que afecta incluso hasta al público que sabe y entiende de lo nocivo de la cuestión, que es que la televisión sea la única fuente de conocimientos y entretenimiento con la que contemos en la actualidad.
La actuación de Menéndez, quien es además el autor del guión es realmente destacable, dado que pone en primer plano los gestos y expresiones de un comunicador manejado por las influencias de todo medio. Es una producción de Ceta Teatro.
La dirección y la puesta en escena son de Gabriel Raso.
“Akllasumaq: la elegida por su belleza”
Desde Salta llegó esta obra que con un elenco integrado exclusivamente por mujeres, habla con nombre y apellido de las víctimas mortales de la violencia de género en su provincia y en el país. Cuestiona la estructura social y cultural que hoy está vigente y que de alguna manera legitima la existencia de las desigualdades y el abuso hacia el género masculino.
En una sociedad como la salteña, sumamente conservadora y cultora de las tradiciones gauchas, el elenco integrado por María Eva Ferreira, Telma Jeréz, Mariana Enriquez y Rosalía Rodriguez Yonson, dirigidas por Diego López, cuestiona la influencia del folclore y de la figura del gaucho en esta formación social de las diferencias de género. “Me han dicho que no me quieres, pero eso no es un motivo….” Cantan poniendo de manifiesto un mensaje de fuerza por sobre el género, más allá del ingenuo romanticismo de la letra escrita por varios autores, y que se considera un himno salteño, sobre todo en versión de Los Chalchaleros. La puesta es con el público a lo largo del espacio escénico, y muy cercano a las actuaciones, lo que hace que cada escena de estas mujeres se haga casi en la intimidad con cada espectador.
“Nada del amor me produce envidia”
De Santiago Loza, esta puesta del grupo La Neutra, representó también a Buenos Aires. Con un excelente trabajo de actuación de Gabriela Pérez Cubas, cuenta la historia de una costurera de la década de los 50’ que muestra desde su mundo, el lugar de las mujeres de su categoría en aquel entonces, a diferencia del de las mujeres de la farándula o de la política, como eran Evita y Libertad Lamarque. Enjtre estas dos mujeres debe decidir a quien venderle el vestido que está terminado en su casa.
Dos personas importantes pueden calzarse ese vestido, que ella puede hacer pero que nunca pensaría en ponérselo… hasta ese día, en que levantando la bandera de la libertad femenina decide usarlo.
Un trágico final para una liberación simbólica del género.
Cuenta en esta versión, con la dirección de Marcela Juárez y la asistencia de Esteban Argonz.
“Esdrújula. Palabras para Bonino”
Córdoba se hizo presente con dos obras, una de ellas montada en homenaje al teatrista cordobés Jorge Bonino, de un talento y una personalidad artísticas muy particulares, que lo hicieron reconocido, y que tuvo un final muy triste como es una enfermedad mental que lo llevó a transcurrir sus últimos días en un neuropsiquiátrico.
El grupo Zeppelin Teatro se puso al hombro la responsabilidad de representarlo y su impronta, y lo hizo con una puesta muy cuidada, un poco difícil de desentrañar para el espectador que no conociera la historia de Bonino y de algunos detalles anecdóticos fuertes de su existencia.
A la vez, aunque cuidada en sus movimientos, y en su estética, por lo menos en la función realizada en Mendoza en el marco de la fiesta, resultó sumamente larga. La duración hizo que se perdiera un poco el hilo de la obra.
Las actuaciones estuvieron a cargo de Rodolfo Ossés y Santiago San Paulo, dirigidos por Jorge Villegas.
“La revoluta”
Del Grupo Viejo Almacén El Obrero de Buenos Aires, “La Revoluta” dio cuenta de una puesta teatral muy pensada desde la maquinaria escénica hasta el aspecto de algunos rasgos destacados en forma exagerada de los personajes, pasando por las tonalidades de la escena.
Con las actuaciones de Fabián Andicoechea, Claudio Cogo, Edgardo Desimone, Juan Felipe Hernandorena y Niem Nitai, la obra habla de los momentos en el proceso de una revolución, y de las fuerzas de las que depende. Deja en claro las debilidades de un movimiento, la necesidad de un líder y la incapacidad de la mayoría para reemplazar a ese cabecilla… una revolución de ninguna manera es fácil y mucho menos funciona sólo con una maquinaria.
Todos los detalles de los movimientos, el vestuario y las luces, aportan al sentido que propone la obra.
La dirección es de Diego de Miguel, y aunque fue una puesta que costó apreciar, porque se venía de una larga y agotadora función de “Esdrújula….”, que incluso determinó que algunos espectadores decidieran no entrar a la última función de la jornada, recibió las mejores críticas por parte de los pares y de la prensa que encontraron a pesar de las malas condiciones de expectación, un trabajo destacable por todos estos símbolos que apuntaron al mismo sentido, y lograron un todo compacto y completo.
La historia transcurre en algún momento de la década del setenta, cuando la Quinta Brigada de la Logia de los Corderos traza un audaz plan para tomar el poder. Son apenas cinco valientes, pero cuentan con dos cartas ganadoras: el regreso al país del General López y una estrafalaria máquina de efecto letal, pero cuando todo parece conducir a la victoria inexorable, el azar mete la cola.
“Dícese de la persona cuyo cónyuge ha muerto”
De Sonia Daniel, esta obra representó a la provincia de San Luis. Fue puesta en escena por el grupo La Oveja Negra, con la actuación principal de Marisol Iturralde, quien encarna a la mujer que espera con ansias el festejo del aniversario número 25 de su matrimonio, y justo su marido Sebastián aparece muerto ese día.
Aunque la mayor parte de la puesta, está ella sola contando con humor las desavenencias, pero también con un tono reflexivo el por qué del desenlace de un matrimonio aparentemente feliz, también se incluyen las actuaciones de Gisela Castello, Érica Ortíz y Iván Guillén, que hacen de mucama, hija adolescente y vecina, respectivamente. Con ellos se completa la historia, que también se cuenta recurriendo a escenas en miniaturas, con muñecos que están vestido igual que los personajes. La fiesta del aniversario se transforma en el velorio de esta historia de pareja.
La dirección es de Javier Vivas.
“Gurisa”
La producción del elenco de “Gurisa”, integrado por hombre haciendo el papel de mujeres, fue realmente impactante. Es una obra de Toto Castiñeiras, destacado en su faceta de clown y actualmente parte fundamental del Cirque de Soleil y el espectáculo “Séptimo día” sobre Soda Estéreo.
Seis actores de gran presencia escénica, que traspasan al espectador con sus potentes voces y sus actuaciones penetrantes, hacen de esta puesta una producción realmente singular. Una producción que se caracteriza por el recurso de iluminación que utilizan, en tonos amarillentos y a partir de dispositivos que manejan los mismos actores, y por la energía de la coreografía perfecta, exacta en sus cambios y movimientos.
Excelentes los trabajos de Juan Azar (El Chancho), Francisco Bertín (La Humita), Marcelo Estebecorena (La Rosa/Mamucha), Nicolás Deppetre (La Marica), Pablo Palavecino (Mary) y Fred Raposo (El Indio/Casimira), para contar con tono de poesía gauchesca, una historia de amores y desamores, de abusos y desventuras de las mujeres, en un tiempo y un espacio, muy oscuros y peligrosos. La dirección es del propio Castiñeiras.
Sin dudas, ésta fue una de las puestas más destacadas de la fiesta.