4 diciembre, 2024

Teatro y homenaje a los caídos en Malvinas

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EL ELENCO ORIGINAL DE LA PUESTA CON RUBÉN IRIARTE (FALLECIDO RECIENTEMENTE)

Mañana, 2 de abril, se presenta la obra

«Rodillas Negras» en El Pasillo

La obra teatral “Rodillas Negras, en memoria a los héroes de Malvinas” se repone mañana domingo, a las 17 en el Teatro El Pasillo (José de la Iglesia 1190). La propuesta se da justo en el Día del Veterano y los Caídos en la Guerra de Malvinas, un hecho que sigue sensibilizando a cada uno de los argentinos.

La obra tiene dramaturgia y dirección de Andrea Campos, y se estrenó un 14 de junio de 2015 (otra fecha clave, al de la rendición de Argentina en Malvinas), en el mismo espacio teatral.

El elenco estaba integrado por Eugenia González (artista musical y actriz), Julia Suarez, María Galán, Emilio Smith (artista musical y actor) Ismael Campos (artista musical y actor) y el querido Rubén “Chuña” Iriarte (fallecido en febrero último), con la asistencia técnica de Saturnino Peñalva. En aquel tiempo se realizaron funciones en diferentes espacios teatrales y la obra obtuvo un subsidio por parte del Instituto Nacional del Teatro (INT).

“En el 2022 el Consejo de Dirección del INT lanza un concurso por los 40 años, y el recordado ‘Chuña’ incentiva al grupo a concursar con la obra. Tuvimos diversas platicas y búsquedas ya que algunos de los actores del 2015 tomaron otros rumbos fuera de la provincia. La obra se presentó en el concurso dividido por regiones y fue una de las premiadas por región NOA- y ‘Malvinas Memoria en el 2022’ se logró presentar en un establecimiento escolar en el marco de la Feria del Libro. Los nuevos actores fueron Julieta Salas, Julia Suarez, María Galán, Joaquín Ramos, Juan Albesa y Rubén Iriarte”, comenta Campos.

Ante la pérdida de Rubén Iriarte, la postura del elenco es “continuar con lo programado este 2023, a pesar de esta marcada ausencia, sin reemplazarlo en el escenario”, explicó.

“El sentido de esta obra es homenajear a nuestros Caídos de Malvinas, entendiendo que la muerte pone al ser humano en contacto con su propia fragilidad interior. Pero, además, superar la muerte de un ser querido es un proceso lento que requiere fuerza de voluntad. La obra marca la pérdida, no reconocer, el rechazo, la alteración, el shock, tristeza, ansiedad, culpa, ira, rabia, desorden del comportamiento, inestabilidad emocional, falta de atención y concentración, depresión”, enumera la autora.

Y cierra diciendo que es “una obra que nos sitúa en la reflexión de hombres y mujeres que han vivido, y que viven desde la pérdida, un duelo que se instala en sus vidas y no da tiempo a afrontar la realidad, que se convierte en una batalla donde solo existe el dolor propio”.

La obra tiene la asistencia técnica de Saturnino Peñalva.

 

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